domingo, 4 de enero de 2015

El pequeño Nicrolás

Erase una vez en una comunidad no muy lejana… un pequeño niño llamado Nicrolás.

Los padres del pequeño Nicrolás lo querían mucho, mucho, mucho y lo animaban siempre a que luchase por su futuro. “Cuando crezcas podrás ser quien tú quieras”, le repetían todas las noches antes de dormir, animándolo a que luchase por sus sueños. El pequeño Nicrolás creció escuchando aquella frase, sabedor de que cuando fuese mayor podría ser quien él quisiera.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Daños colaterales


Se acerca la hora. Poco a poco. Tic tac, cada vez falta menos.
Mi ánimo decae, sé que tengo otras opciones, de hecho desearía inclinarme por ellas, pero esto es así, la decisión está tomada.
Camino lentamente, haciéndome a la idea del dolor que me espera. Tranquila, me digo, quizá si hay suerte la cosa termine pronto y sin que salga lastimada. Pero sé que no será así, porque nunca corro con esa suerte. Es mi sino.

miércoles, 31 de octubre de 2012

No me dejes



El grito venía de una chica parada justo en medio del autobús. Pude verle la espalda al chico al que iba dirigida esta súplica, que se alejaba de ella sin mirar atrás, con la puerta del autobús cerrándose entre ellos.
Pero por ir pensando en el vuelo del papalote (como siempre) no me di cuenta de las circunstancias que lo habían motivado. Y yo, que para eso me pinto sola, me comencé a imaginar cuáles podían ser las causas de ese grito tan desgarrador.

martes, 25 de septiembre de 2012

Las primeras arrugas


Esta mañana al mirarme al espejo me he visto unas pequeñas arrugas en la cara. Y si fruncía el ceño o la boca, aparecían más (¡pero quién me manda a fruncir tales cosas!).
Y ahí estaban, las muy pérfidas, anunciando el paso de los años.
Así que decidí acercarme a comprar una de las llamadas cremas antiarrugas, por si acaso esas cosas que me habían salido por la mañana (juro que ayer no las tenía) decidían ir a más.